Jesús carpintero.
- Brenda Lee Méndez
- 23 sept 2018
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Él no vestía de fino lino, ni en palacios de los reyes estaba. Sino entre pecadores, sanando leprosos y cenando con ladrones andaba.
Rey de nacimiento, carpintero por vocación. Vino al mundo para dar salvación pero éste en su orgullo lo rechazó. Cuán grande el amor de aquél Padre que a su hijo dio!
Su corazón emanaba una sublime muestra viviente del amor de Dios, su nobleza, pureza y santidad de entre los hombres fueron su distinción.
De lo vil y menospreciado del mundo escogió para dar a conocer el propósito por el cual lo creó.
Sus manos dieron forma a la madera como hoy a tu corazón, Él lijó las asperezas como el odio y rencor que en tu alma permaneció. Y a tu vida con eterno amor dio restauración.
Ejerció el trabajo de su padre hasta que su ministerio comenzó y a los 33 años su vida por ti entregó.
Ya no está el carpintero en su taller porque hoy Él está reinando con poder!
Autor: Brenda Lee Méndez

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